viernes, 16 de mayo de 2008

El terremoto no sacude la economía china



El terrible movimiento sísmico en Sichuan ha estremecido los corazones de chinos y extranjeros, pero ¿también afectará sus bolsillos?

Diversas fuentes, oficiales e internacionales coinciden en que el terremoto en el suroeste de China no tendrá un impacto significativo en la economía nacional.

Se estima que la catástrofe debilitará el crecimiento del PIB chino en el segundo trimestre, pero el efecto sería temporal y limitado. El grupo financiero chino Valores Citic calcula que el terremoto recortaría un 0.2% del PIB en la parte continental del país.

Asimismo existe un amplio consenso en el sentido que la influencia de esta tragedia en la economía será menor que el de las tormentas de nieve de enero y febrero pasados. El daño económico será minimizado por la lejanía de la región con respecto a las prósperas zonas de la costa oriental.

No obstante, hay un aspecto que causa preocupación en el corto plazo: la inflación.

Wenchuan, epicentro del terremoto, es una zona montañosa de limitada producción industrial y agrícola ubicada en Sichuan, provincia suroccidental de solo 80 millones de habitantes. Según cálculos de Merrill Lynch, Sichuan contribuye con el 3.9% del PIB de China y el 2.5% de su producción manufacturera.

Sin embargo, esta provincia en su conjunto es un importante productor de grano y carne de cerdo. Sichuan suministra más del 10% de la cantidad de cerdo que consume el país. Los precios de la carne porcina, producto de elevada demanda en China, han contribuido en gran medida al reciente brote inflacionario del país.

Debido a los daños en el transporte y telecomunicaciones, el suministro de alimentos podría verse restringido, lo que elevaría los precios en las zonas afectadas, y podría repercutir a nivel nacional.

Así, el problema principal generado por el sismo en el corto plazo sería inflacionario, dependiendo de cuanto se vea afectado el transporte, puesto que hay muchos productos agrícolas en la región.

Todo esto se traduce en más tiempos difíciles para el gobierno. La política monetaria restrictiva será puesta a prueba, ya que las autoridades deberán encarar la inflación y al mismo tiempo flexibilizar los controles al crédito bancario para facilitar las labores de reconstrucción.

Por lo pronto, el gobierno ha llamado a la calma indicando que supervisará los precios de los productos de primera necesidad en las zonas afectadas y que intervendrá de ser necesario para evitar una escalada en los precios.

Pero en Sichuan no solo se crían cerdos y se producen granos. También tiene una prometedora cara tecnológica que podría verse afectada.

El gobierno ha elaborado planes ambiciosos para Sichuan, los cuales se verán postergados por la catástrofe. China proyecta construir una versión local de Silicon Valley en la ciudad de Chengdu, a unos 96 kilómetros del epicentro del sismo.

Asimismo, la zona de Desarrollo Industrial de Alta Tecnología en Chengdu destaca por su elevado nivel en software de computadoras, subcontratación de servicios y diseño de circuitos integrados. Esta área atrajo a varias multinacionales como IBM, SAP y AMD y Wipro de la India. Para muestra un botón. La ciudad generó en 2007 unos 440 millones de dólares en ingresos por software.

Otros ejemplos de presencia empresarial extranjera en la zona son: Intel, que opera una planta de ensamblaje en Chengdu con unos mil 600 trabajadores; y Toyota, que cuenta con una fábrica de sociedad mixta en Chengdu con una producción de 13 mil unidades al año.

Representantes de estas firmas indican que aún es pronto para evaluar los efectos del terremoto en sus actividades. Por ahora, algunos de sus centros de operación permanecen cerrados en las zonas afectadas de la provincia.

Las repercusiones del terremoto agitaron rápidamente al mercado internacional de metales. El aluminio subió el jueves, 72 horas después del sismo, a su máximo precio en las últimas tres semanas, debido a las expectativas de un recorte de suministros en China, ya que una severa escasez de electricidad podría provocar el cierre de fundiciones de aluminio. China es el mayor productor mundial de aluminio.

Las fundiciones de zinc permanecen cerradas en la región, mientras que el precio internacional de este metal aumentó dos días después de la tragedia, por noticias de interrupciones de los suministros en China luego del terremoto.

Naturalmente, el terremoto también estremeció el sensible ámbito bursátil.

Según analistas entre las compañías más golpeadas estarían: China Telecom, pues un 10% de su red de telefonía fija está en la región. También Sinopec que está explorando el yacimiento de Puguang en Sichuan, el que supone un 7% de sus ingresos y podría ser el más grande depósito de gas natural del país. Y PetroChina, el principal productor de petróleo de país, tiene operaciones sustanciales en Sichuan, incluyendo un yacimiento de gas natural y un oleoducto. La provincia cuenta con amplias reservas de gas natural. Representa el 27.8% de la producción nacional anual y el 40% de las reservas nacionales de gas, especialmente en zonas cercanas a Chongqing.

Las acciones de compañías con operaciones importantes en el suroeste de China, tales como promotores inmobiliarios, operadores de carreteras y manufactureras seguirían cayendo. Varias de estas acciones fueron suspendidas en la bolsa el martes, aunque la mayoría de ellas volvió a la normalidad un día después.

Otros sectores afectados serán la venta al por menor, así como el transporte y el turismo.

Mención aparte merecen las aseguradoras chinas. El terremoto será su segundo revés en este año, tras las tormentas de nieve de principios de 2008. Entre las aseguradoras, PICC, China Life y Ping An serían abrumadas próximamente con una gran cantidad de reclamos de seguros.

Sin embargo, se espera que los títulos de compañías vinculadas a la construcción, tales como fabricantes de cemento y siderurgias, sigan al alza ante la expectativa de los planes de reconstrucción e inversión en infraestructura del gobierno.

Las farmacéuticas y fabricantes de equipo y material médico también se verían beneficiadas.

En medio de todo, la Bolsa ha reaccionado con mesura ante las noticias del terremoto y el aumento en el coeficiente de reserva bancaria; lo que refleja en parte la convicción de gran parte de los inversores, de que el gobierno actuará para mantener la estabilidad del mercado.

Sin embargo, los inversores más conservadores temen que la severidad del terremoto aún no haya sido calculada con exactitud y que la situación empeore más tarde.

Las autoridades han exhortado a los participantes en el mercado a conservar la estabilidad del mismo, tras el terremoto. Si bien la efectividad de este tipo de llamamientos es solo temporal, lo cierto es que ni el gobierno ni los inversores quieren ver hundirse a la bolsa en estos momentos difíciles.

Analistas chinos comentan que los inversores se han mostrado renuentes a vender acciones vinculadas a Sichuan, en un gesto de solidaridad con el gran sufrimiento en la región. A veces el corazón puede más que el bolsillo.

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