martes, 26 de abril de 2011

China de lujo

En China, país de grandes contrastes, el número de millonarios va en aumento y florece el consumo de productos de lujo, mientras que subsiste una profunda disparidad de ingresos en la población. Situación que atenta contra el concepto de “sociedad armoniosa” y amenaza con ello la estabilidad social del país.

¿Cuántos millonarios hay en China?

Según el Informe de Riqueza Hurun, China tiene nada menos que 960 mil millonarios, con un patrimonio personal de 10 millones de yuanes (1.5 USD) o más.

Esta fuente detalla que existen 60 mil ¨multimillonarios¨ en el país, con una fortuna personal de al menos 100 millones de yuanes (15 millones USD).

Estos potentados están concentrados en Beijing. La capital alberga 170 mil, seguida de cerca por Shanghai con 157 mil y Guangdong con 132 mil.

Potencial del mercado de lujo

Con tal cantidad de millonarios, no es de extrañar que China esté en la mira de las principales marcas de lujo del mundo. Y es que, según un reciente informe de McKinsey, China está llamada a representar un 20% del total de ventas globales de productos de lujo en 2015, lo que equivale a unos 27 mil millones USD. Y en opinión de CLSA Asia Pacific, esa cuota podría subir al 44% hacia el año 2020.

Ante un mercado de tal potencial, crece el interés por conocer mejor al consumidor chino de productos de lujo.

¿Cómo es el consumidor chino de productos de lujo?

Para empezar, las principales consultoras coinciden en que el jdiesar del envejecimiento de la uctos de lujo)_+a unos 27 mil millones de dujo en 2015.millonario promedio en China tiene 39 años, 15 años menos que sus pares en Japón, Europa y Estados Unidos y además el 30% de ellos son de sexo femenino.

Además, puesto que hoy en día los chinos están cada vez más expuestos a los productos de lujo a través de internet, tiendas de lujo en las grandes ciudades chinas y viajes al extranjero, los consumidores chinos conocen casi el doble de marcas de lujo que en 2008. Asimismo, a medida que se familiarizan más con el mercado de lujo, se vuelven más exigentes en cuanto a la relación entre calidad y precio.

El consumidor chino, por tradición, se caracteriza por ser muy consciente del precio que paga, examina con cuidado sus opciones y las compara, tratando de comprar al menor precio posible, aunque ello signifique un esfuerzo adicional.

Sin embargo, según MacKinsey, en ciertos casos los consumidores chinos están dispuestos a pagar incluso precios más altos que sus pares en países desarrollados, por tres razones.

Desconfianza de lo barato. Los chinos temen que un recorte muy drástico del precio se traduzca en un problema serio de calidad. Los constantes problemas locales en seguridad alimentaria han avivado esta preocupación.

Símbolo de estatus. Asimismo, es cada vez más frecuente que los consumidores chinos adquieran productos de lujo que consideran símbolos de estatus. Por ejemplo en el caso de los autos, estos bienes llegan a formar parte de su identidad personal.

Componente social. Y finalmente, si se trata de comprar regalos para amistades o contactos, los chinos prefieren pagar las marcas caras antes que arriesgarse a “perder su cara” y ser considerados tacaños o hacer sentir a la otra persona que no es tan importante para ellos.

Restricciones a la publicidad de productos de lujo en Beijing

Así, todo parece indicar que el consumo de productos de lujo en China va viento en popa, salvo por una reciente regulación que prohíbe a partir del 15 de abril, la publicidad exterior de productos de lujo en las calles de Beijing, así como el uso en la misma de adjetivos como “supremo”, “lujoso” o “real”. La normativa prevé multas de hasta 4.570 USD.

No obstante, esta medida, lejos de estar dirigida contra la venta de productos de lujo, apunta a proteger la llamada armonía social.

Cuando un pobre trabajador migrante camina por las calles de Beijing, se ve rodeado de publicidad que ofrece bienes y servicios que jamás podrá obtener, lo que contribuye a hacerlo sentir excluido y ajeno en su propia tierra.

El gobierno es consciente del gran potencial del mercado de lujo en la capital, y trata de estimular el consumo, pero a la vez pretende evitar que la ostentación del lujo provoque mayor descontento y resentimiento social.

Por tanto, la publicidad y venta de productos de lujo es bienvenida, pero siempre se haga de tal forma que no enrostre a los chinos más pobres un estilo de vida que ellos nunca podrán alcanzar, ni siquiera en sueños.

lunes, 11 de abril de 2011

Nuevo sistema jurídico en China

El mes pasado, China anunció el establecimiento de un sistema jurídico socialista con características chinas calificándolo de "importante hito" en la historia del desarrollo del sistema legal democrático y socialista del país.

¿En qué consiste el sistema jurídico socialista con características chinas?

Se trata de un completo conjunto de leyes que cubre todos los ámbitos de desarrollo del país: el económico, político, cultural, social y ecológico así como las correspondientes regulaciones administrativas y reglamentos locales. Actualmente cuenta con un total de 236 leyes, así como 690 regulaciones administrativas y más de 8,600 estuatutos en vigor. Su formación fue una meta trazada por el Partido Comunista de China en 1997.

Según el gobierno, “el sistema legal socialista con características chinas se basa en la situación y la realidad de la nación y es adecuado para un país que está en una etapa inicial del socialismo que persigue un modelo único de desarrollo. Asimismo, este sistema busca asegurar legal e institucionalmente que el Partido Comunista de China siempre liderará la causa del socialismo con características chinas, con el poder del Estado en las manos del pueblo”.

¿Cuál es la importancia de este anuncio?

La formación un sistema jurídico socialista con peculiaridades chinas es considerado un hito si se entiende en un contexto histórico más amplio. Cuando China empezó las reformas en 1978, era un país bastante pobre, carente de recursos, con instituciones débiles o inexistentes.

El proceso de transición de una economía planificada a una economía de mercado socialista requería nuevas leyes e instituciones. En tal sentido, resulta significativo que China cuente ahora con leyes que abarcan la mayor parte de las áreas y haya establecido las instituciones básicas.

Ahora el principal problema radica en asegurar que las leyes aprobadas sean aplicadas de forma efectiva y las instituciones creadas operen en la forma debida. Aunque también hacen falta más reformas, tal y como reconoce el mismo gobierno chino.

Sistema jurídico socialista con características chinas y Estado de Derecho

Ante esta noticia los formados en Occidente nos preguntamos, ¿representa este anuncio un retroceso en el camino hacia un pleno Estado de Derecho en China?

En primer lugar, es importante recordar que China enfrenta una serie de obstáculos en la búsqueda del Estado de Derecho. A pesar de su poderío económico, China aún es considerado un país de ingresos medios.

Así, dispone de ciertos recursos e instituciones, pero estos no son suficientes para atender los requerimientos sociales. Las instituciones – claves en cualquier Estado de Derecho- aún son débiles para hacer frente a los problemas.

Según algunos especialistas China considera erróneamente que el Estado de Derecho es la mera aprobación de una serie de normas legales y la firma de convenios internacionales. Y puede que su aproximación al tema no sea la debida, en tanto hablamos de un concepto nacido en el otro lado del mundo.

La evolución del Estado de Derecho en Europa y Estados Unidos ha ido de la mano con el desarrollo de los sistemas social y político. La ley surge como fruto de un acuerdo entre diversos grupos e intereses en la sociedad, y por lo tanto lleva implícita la aceptación de una pluralidad política y social.

Por el contrario, China no considera que tal pluralidad social deba estar representada a nivel político, sino que más bien debe reflejar la fuerza unificada del partido en el poder.

De igual manera, la independencia judicial, parte de la necesidad de poner límites a la esfera política y dividir claramente los poderes. Lo que discrepa de la visión que China tenía al respecto, hasta hace apenas unas décadas.

En China, el Partido gobernante toma sus decisiones políticas en función a lo necesario para el desarrollo a largo plazo y la estabilidad social, sin importar el precio que tenga que pagar por ello.

Entre tanto, el gobierno chino afirma que en el país sí existe un Estado de Derecho. Es más, según el discurso oficial, ahora se ve cada vez más clara una legislación que tiene al ser humano como protagonista.

El gran dilema

Por tanto, China hace frente actualmente a la tarea de adaptar el Estado de Derecho- concepto clave de la teoría política y democrática de Occidente- a las circunstancias chinas.

Al parecer, el partido gobernante incorpora conceptos como “derechos humanos” o “Estado de Derecho”, pero busca redefinirlos de tal forma que no atenten contra su permanencia en el poder.

Esto genera una contradicción entre el discurso que utiliza el “lenguaje” de la comunidad internacional y cómo se aplica la norma en la realidad.

Se trata de un gran dilema para los líderes chinos y la coyuntura actual de crítica hacia el respeto a los derechos humanos en China, solo agrava tal situación.