China ha adoptado una medida impositiva estratégica, dirigida en primer lugar a reducir la contaminación del aire, pero que además tendrá otras consecuencias favorables para la industria local.
El gigante asiático incrementó, a partir del 1 de septiembre, el impuesto al consumo sobre los vehículos de pasajeros de alta cilindrada y recortó la tasa de los ejemplares más pequeños y que generan menos contaminación.
El cambio es el siguiente:
CAPACIDAD DEL MOTOR | TASA ANTERIOR | TASA NUEVA |
Menos de 1 litro | 3% | 1% |
Entre 3 y 4 litros | 15% | 25% |
Más de 4 litros | 20% | 40% |
En principio, esta decisión cobra especial relevancia debido a que el mercado de automóviles de China es el segundo más importante a nivel mundial y tiene un potencial altamente prometedor.
Para situarnos en contexto, veamos algunos rasgos destacados del mercado de automoción en China.
La cantidad de vehículos de propiedad privada en China ha ido aumentando a un rango de 20% anual, según fuentes oficiales.
Es más, se calcula que China tiene alrededor de 100 millones de hogares con posibilidad de adquirir un auto, pero hasta el momento solo el 20% cuenta con uno.
A diferencia de lo que ocurre en otros países, las ventas de autos en China aumentaron casi 19% en los primeros seis meses del año. Si bien es cierto que el ritmo de crecimiento reportado en julio es el más bajo en 2 años.
Sin embargo, la estructura de la venta de automóviles en el país, no va en la dirección deseada. Y según algunos analistas esta es una de las razones del alza en la tasa.
Las ventas de vehículos de gran tamaño y alto consumo energético están creciendo más rápido que las de unidades pequeñas.
Fabricantes extranjeros informan que los autos con motores de 4 litros o más reportaron un crecimiento récord de 26% en ventas en el primer semestre de 2008, mientras que aquellos con un motor de 3 litros se vendieron 50% más en el mismo periodo.
Y según la Asociación de Automóviles de China, los autos con motores de entre 3 y 4 litros figuraron entre los preferidos del año pasado. Sus ventas se incrementaron nada menos que 6 veces, totalizando más de 12 mil unidades.
Asimismo, las ventas de los vehículos utilitarios deportivos (SUVs) crecieron 79% en el primer semestre, representando casi la mitad del total de las importaciones.
Sin embargo, es importante precisar que el comprador promedio en China sigue prefiriendo automóviles con motores de entre 1.5 y 2.5, sobre los cuales el impuesto no ha variado.
Ahora volvamos al ámbito de aplicación de las nuevas tasas.
Los especialistas coinciden en que el más fuerte impacto de la medida recaerá en los fabricantes de autos de la Unión Europea y Japón, en tanto los autos de lujo – y de alta cilindrada- provienen principalmente de estas dos regiones, como es el caso de Daimler AG’s, Mercedes Benz, BMW AG’s y Audi.
Tras la aplicación del impuesto, el precio de importación de los autos con motores con una capacidad de 3 a 4 litros, aumentaría en 13% y en el caso de más de 4 litros se estima que el incremento en el precio final será de un 33%.
De otro lado, es posible que el alza no lleve a los ricos a descartar o disminuir la compra de autos grandes, debido a que estos compradores no son especialmente sensibles a las variaciones de precios.
Asimismo, los analistas opinan que la medida tendrá un efecto limitado en la mayoría de los compradores de autos, porque los modelos que prefieren la gran mayoría de los chinos no están dentro del ámbito de aplicación del incremento impositivo.
Del total de autos de fabricación local vendidos en China cada año, solo 50 mil tienen motores de 3 litros o más, lo que supone menos del 1% del promedio de 6 millones de unidades proyectadas para este año.
Se estima que casi un 90% del mercado chino está compuesto por autos de entre 1 y 2.5 litros.
Por tal motivo, hay quienes consideran que la decisión de elevar el impuesto es meramente simbólica, y busca despertar la conciencia pública sobre el uso eficiente de energía, ya que los gustos de los chinos, de la mano de su capacidad adquisitiva están cambiando, como lo demuestra el crecimiento en las ventas de autos de lujo.
Aunque con certeza el objetivo principal de la nueva tasa es alentar el consumo energético eficiente y con el tiempo mejorar la calidad del aire, algunos críticos han puesto al descubierto otro interesante matiz de la medida. Una utilidad de corto plazo.
Desde inicios de 2005, China aplicó un arancel de 25% sobre auto partes importadas, si las piezas representaban más del 50% del valor del vehículo. Los autos nuevos importados también pagaban la misma tasa.
Este sistema buscaba incentivar a los fabricantes extranjeros a utilizar más productos locales y reducir así las importaciones.
Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea reclamaron ante a OMC, porque consideran que este arancel infringe las normas del organismo, y la OMC les dio la razón en julio, con lo que este camino para frenar las importaciones quedó bloqueada por el momento.
Alrededor de mes después el país asiático dispuso, según la medida bajo comentario, un drástico aumento de las tasas aplicables a los vehículos con motores de alta cilindrada. Y bingo! como se comentó, la mayoría de estos automóviles son de fabricación extranjera.
Así, con el incremento del impuesto China mató varios pájaros de un tiro. Recortará el elevado flujo de importaciones de vehículos, al tiempo que contribuye a disminuir el consumo de combustible y mejorar el medio ambiente. Y de paso la modificación normativa beneficiará a los fabricantes chinos de automóviles, ya que estos apuntan a producir vehículos con motores de menos de 2.5 litros.
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